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lunes, 7 de marzo de 2016

Síndrome de Jerusalén

El síndrome de Jerusalén es una enfermedad psíquica que afecta a un turista o un habitante de Jerusalén. La enfermedad tiene el carácter de una psicosis y se exterioriza con signos de delirios: el afectado se identifica completamente con un personaje de la historia sagrada del Antiguo o del Nuevo Testamento y actúa como tal.
Muchos personajes de la Biblia son objeto de una identificación de este tipo, como por ejemplo Moisés o el rey David del Antiguo Testamento, o Jesús de Nazaret y Juan el Bautista del Nuevo Testamento. Habitualmente los hombres emulan personajes masculinos de la Biblia y las mujeres, personajes femeninos. La confesión religiosa también es importante, puesto que los judíos imitan a personajes del Antiguo Testamento, y los cristianos suelen imitar a los del Nuevo. No se han dado apenas casos entre musulmanes.

La identificación con personajes bíblicos es completa y suele ir acompañada por prédicas públicas y plegarias con enfermos. Muchos de los afectados acostumbran a pasearse vestidos con túnicas o sábanas.

Síndrome de París

Es un trastorno psicológico transitorio encontrado en algunos individuos que visitan de vacaciones París. Está caracterizado por un número de síntomas psiquiátricos tales como una aguda desilusión, alucinaciones, sentimientos de persecución (la percepción de ser víctima de algún perjuicio, agresión u hostilidad de los demás), desrealización, despersonalización, ansiedad y también manifestaciones psicosomáticas tales como mareos, taquicardia, aumento de la sudoración y otros síntomas. Algunos síndromes similares son el Síndrome de Jerusalén y el Síndrome de Stendhal.

Síndrome de muerte súbita inesperada

El síndrome de muerte súbita inesperada, síndrome de muerte súbita nocturna inesperada, o síndrome desconocido de muerte súbita es la muerte repentina de adolescentes y adultos, a menudo durante el sueño. El síndrome de muerte súbita inesperada fue reconocido por primera vez en 1977 entre los refugiados hmong en Estados Unidos.1 2 La enfermedad fue reconocida de nuevo en Singapur, cuando un estudio retrospectivo de registros mostró que 230 hombres tailandeses completamente saludables murieron repentinamente por causas inexplicables entre 1982 y 1990.3 En las Filipinas, donde se refieren vulgarmente a esto como bangungot, el síndrome afecta a 43 de cada 100,000 personas por año entre jóvenes filipinos. La mayoría de las víctimas son hombres jóvenes.

Síndrome de Amok

En psiquiatría, el síndrome Amok es un síndrome cultural o síndrome ligado a la cultura y consiste en una súbita y espontánea explosión de rabia salvaje, que hace que la persona afectada corra alocadamente o armada y ataque, hiera o mate indiscriminadamente a los seres vivos que aparezcan a su paso, hasta que el sujeto sea inmovilizado o se suicide. La definición fue dada a conocer por el psiquiatra estadounidense Joseph Westermeyer en 1972. Según los psiquiatras, el ataque homicida salvaje va precedido por lo general de un período de preocupación, pesadumbre y depresión moderada. Tras el ataque, la persona queda exhausta, a veces con una amnesia completa y eventualmente, acaba suicidándose.

El autismo

El autismo es altamente heredable, pero la causa incluye tanto factores ambientales como susceptibilidad genética. En casos raros, el autismo está fuertemente asociado con teratología (agentes que causan defectos de nacimiento). Las controversias rodean a las otras causas ambientales propuestas; por ejemplo, las hipótesis de vacuna son biológicamente implausibles y han sido refutadas por estudios científicos. Los criterios de diagnóstico requieren que los síntomas se hagan evidentes en la primera infancia, típicamente antes de los tres años. El autismo afecta el procesamiento de información en el cerebro alterando cómo las células nerviosas y sus sinapsis se conectan y organizan; cómo ocurre esto, no está bien esclarecido. Es uno de los tres trastornos del espectro autista (TEA); los otros dos son el síndrome de Asperger, que carece de retrasos en el desarrollo cognitivo y del lenguaje, y el trastorno generalizado del desarrollo no especificado (TGD-NE), que se diagnostica cuando no se cumplen la totalidad de los criterios para el autismo o el síndrome de Asperger.


Las intervenciones tempranas de conducta, cognición y habla pueden ayudar a los niños con autismo a ganar habilidades de autocuidado, sociales y comunicativas. A pesar de que no existe una cura conocida, existen casos de niños que se han recuperado. No hay muchos niños autistas que vivan de forma independiente después de alcanzar la edad adulta, aunque algunos llegan a tener éxito. Se ha desarrollado una cultura autista, en la que algunos individuos buscan una cura y otros creen que el autismo debería aceptarse como una diferencia y no tratarse como un trastorno.

Síndrome de cenicienta

 
El síndrome de Cenicienta fue creado por el Dr. Peter K. Lewin en 1976, en una carta al editor de la revista Canadian Medical Association Journal. En ella se describen las falsas acusaciones de algunos niños adoptados, de ser maltratados o descuidados por sus madres adoptivas.
   El complejo de Cenicienta fue descrito por primera vez por Colette Dowling, que escribió un libro sobre el miedo de las mujeres a la independencia, como un deseo inconsciente de ser atendidas por otros, basándose principalmente en el temor de ser independientes. El complejo, se dice, es cada vez más evidente a medida que la persona envejece.
   Colette Dowling intentó definir a las mujeres con este síndrome como motivadas por un deseo inconsciente de ser cuidadas, como consecuencia a un miedo de ser independiente. Este fenómeno puede ser definido como un síndrome y se caracteriza por una serie de motivaciones específicas o causas. Dowling identifica sólo una de las motivaciones, mientras que el síndrome es en realidad una combinación de muchas motivaciones, que son en sí mismas características que conforman un complejo.

Síndrome de Estocolmo

    El Síndrome de Estocolmo es un estado psicológico en el que la víctima de secuestro, o persona detenida contra su propia voluntad, desarrolla una relación de complicidad con su secuestrador. En ocasiones, los prisioneros pueden acabar ayudando a los captores a alcanzar sus fines o evadir a la policía.
    Según la corriente psicoanalítica el síndrome de Estocolmo sería entonces una suerte de mecanismo de defensa inconsciente del secuestrado, que no puede responder la agresión de los secuestradores y que se defiende también de la posibilidad de sufrir un shock emocional. Así, se produce una identificación con el agresor, un vínculo en el sentido de que el secuestrado empieza a tener sentimientos de identificación, de simpatía, de agrado por su secuestrador.
     El síndrome ha sido llamado de este modo desde el robo del banco Kreditbanken en Norrmalms (Estocolmo), Suecia, que transcurrió desde el 23 al 28 de agosto de 1973. En este caso, las víctimas - tres mujeres y un hombre - defendieron a sus captores incluso después de terminado su secuestro, que duró seis días. Mostraron también una conducta reticente ante los procedimientos legales. Se dice incluso que una de las mujeres secuestrada se habría comprometido con uno de los captores. El término fue acuñado por el criminólogo y psicólogo Nils Bejerot, colaborador de la policía durante el robo, al referirse al síndrome en una emisión de noticias. Fue entonces adoptado por muchos psicólogos en todo el mundo.